La capital del Caquetá se conoce como la “Puerta de Oro de la Amazonía”, este debe su nombre al orgullo con que la adorna la inmensa variedad de flores del departamento y simultáneamente como homenaje a la ciudad italiana, cuan del Renacimiento y de las Artes.
Se atribuye su fundación al padre franciscano Doroteo de Pupiales, registrada el 25 de diciembre de 1902. Sus habitantes, que se calculan en un número de 150.000, se dedican especialmente al comercio, la pequeña industria, la ganadería y la agricultura, además de la explotación de los recursos forestales.
Dentro de sus atractivos turísticos, llama especial atención a los visitantes, los balnearios de Villa Martha, ubicado sobre la carretera que conduce al vecino departamento del Huila y las Pailas, sobre la vía al municipio de Morelia, cuando se completan los primeros 10 kms. de recorrido. Los dos, dueños de agua fresca, cristalina y de piscinas naturales formadas por imponentes cascadas.
Los túneles que encontramos en la carretera que comunica al Huila con el Caquetá son otro de los sitios turísticos que tenemos en la región. Estos túneles se consolidan como un patrimonio arquitectónico y fueron construidos con fines de protección ambiental. Son cinco túneles que miden en su totalidad 917.20 mts.
Recinto de esparcimiento y de celebración de sus habitantes en épocas especiales, la plaza de toros de Santo Domingo es considerada una de las más hermosas de Colombia, se encuentra localizada a escasos diez minutos de la capital en la vía que conduce al sur del departamento. El museo Indigenista conserva y divulga testimonios representativos de las diferentes etnias, antiguas y actuales que hacen parte de la identidad del departamento, en él igualmente encuentra el visitante una llamativa y completa muestra de artesanías locales. Se suma a estas expresiones el talento y el oficio del maestro Emiro Garzón en sus monumentos a “Los Colonos” y a la “Manigua” que recuerdan así mismo la zaga literaria de la Vorágine.
Otro aspecto fundamental de la capital lo constituyen sus parques y plazas, espacios de encuentro cotidiano de sus habitantes y dentro de los cuales se destacan el Parque de Santander que ostenta orgulloso la estatua de la Diosa del Chairà; así mismo el Parque de San Francisco, en cuya cabecera encontramos la Catedral de Nuestra señora de Lourdes, depositaria de la fè y del recogimiento de los naturales.
Se atribuye su fundación al padre franciscano Doroteo de Pupiales, registrada el 25 de diciembre de 1902. Sus habitantes, que se calculan en un número de 150.000, se dedican especialmente al comercio, la pequeña industria, la ganadería y la agricultura, además de la explotación de los recursos forestales.
Dentro de sus atractivos turísticos, llama especial atención a los visitantes, los balnearios de Villa Martha, ubicado sobre la carretera que conduce al vecino departamento del Huila y las Pailas, sobre la vía al municipio de Morelia, cuando se completan los primeros 10 kms. de recorrido. Los dos, dueños de agua fresca, cristalina y de piscinas naturales formadas por imponentes cascadas.
Los túneles que encontramos en la carretera que comunica al Huila con el Caquetá son otro de los sitios turísticos que tenemos en la región. Estos túneles se consolidan como un patrimonio arquitectónico y fueron construidos con fines de protección ambiental. Son cinco túneles que miden en su totalidad 917.20 mts.
Recinto de esparcimiento y de celebración de sus habitantes en épocas especiales, la plaza de toros de Santo Domingo es considerada una de las más hermosas de Colombia, se encuentra localizada a escasos diez minutos de la capital en la vía que conduce al sur del departamento. El museo Indigenista conserva y divulga testimonios representativos de las diferentes etnias, antiguas y actuales que hacen parte de la identidad del departamento, en él igualmente encuentra el visitante una llamativa y completa muestra de artesanías locales. Se suma a estas expresiones el talento y el oficio del maestro Emiro Garzón en sus monumentos a “Los Colonos” y a la “Manigua” que recuerdan así mismo la zaga literaria de la Vorágine.
Otro aspecto fundamental de la capital lo constituyen sus parques y plazas, espacios de encuentro cotidiano de sus habitantes y dentro de los cuales se destacan el Parque de Santander que ostenta orgulloso la estatua de la Diosa del Chairà; así mismo el Parque de San Francisco, en cuya cabecera encontramos la Catedral de Nuestra señora de Lourdes, depositaria de la fè y del recogimiento de los naturales.
